La furia de los taxistas con Uber: ¿al fin se discutirá el pésimo servicio del transporte?

Una de las principales causas por las que podría tener gran éxito Uber en la Argentina, y en particular en Córdoba, no serían las ventajas que ofrece esta nueva plataforma. Pero no porque la compañía nacida en Estados Unidos no ofrezca buenas prestaciones y tenga características que seduzcan al público, si no que por el contrario, será más aún por las propias deficiencias del actual servicio que ofrecen los taxis y los remises en Córdoba y a nivel país.

Estaría bueno no decir esto, pero la realidad nos supera. No deben ser muy pocas las personas que están descontentas por la prestación de los amarillos y/o los verdes: quién no se subió alguna vez a un móvil y estaba escuchando cuarteto o tenía una radio que a uno no le es de agrado y al pedirle que la cambie o apague sólo recibimos una mala cara; cuántos cordobeses habrán esperado casi una eternidad ver un auto pintado de amarillo en un día feriado, o más aún cuando llueve; quién de nosotros no habrá visto algún coche pasar en rojo un semáforo, verlo fumar, o subirse a uno que está sucio y/o en malas condiciones. Y cuántos turistas habrán sido paseados por media ciudad por no conocer el recorrido de un lugar a otro.

El servicio de taxis y remises en Córdoba se podría calificar como prehistórico. Y no es un problema de la ley -en este caso de la Ordenanza- si no que la prestación de los amarillos y los verdes está en caída permanente, y parece no tener retorno. La falta de controles y la complicidad por parte de la Dirección de Transporte de la Municipalidad de Córdoba es una de las causas que esto sucediera y siga ocurriendo. También el negocio detrás de cada empresa de radio taxi y las remiserías, el comercio de chapas y el trabajo de los choferes. Y sin hablar de los negocios y usos oscuros que cada uno tienen.

Si los choferes ‘profesionales’ no se quieren ver sobrepasados por una aplicación para celulares llamada Uber deberán dejar su zona de confort y comenzar a hacer bien las cosas, como siempre debieran haberlo hecho. O por lo menos mejorar, para no perder por una histórica goleada, como diría un relator de fútbol al perder un equipo 6 a 0. Los taxis y remises tendrán que comenzar a prender la calefacción y el aire acondicionado, deberán dejar de tocar bocina o piropear a las mujeres en las calles, preguntarán si el pasajero quiere escuchar la radio o conversar, salir con las debidas precauciones pero prestar servicio al fin días los de lluvia o feriados, y redondearán el precio del viaje conveniente para el pasajero -como lo exige la ley-, entre otras tareas.

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